Análisis de 'Street Fighter Alpha: Warrior's Dreams' para PlayStation (PS1)

Street Fighter Alpha: Warrior's Dreams



Como fiel fanático de la saga de Street Fighter, a lo largo de los años pocas veces me llamaba la atención jugar 'Street Fighter Alpha: Warrior's Dreams', el primer juego en la saga Alpha diseñado por Hideaki Itsuno para Capcom. El juego apareció originalmente en la versión arcade en Japón en 1995, y si no me equivoco más adelante en ediciones caseras para la PlayStation y Sega Saturn en 1996. Yo desafortunadamente nunca lo pude jugar por completo. A veces lo intentaba en la PlayStation o en la versión arcade emulada de CPS-2, pero por pereza jugaba mejor las secuelas. 

Hoy, aprovechando un tiempo libre, finalmente lo he podido terminar y reconozco que es bastante entretenido, aunque lo encuentre por debajo de 'Street Fighter Alpha 2' y de 'Street Fighter Alpha 3'. Se trata de un buen juego de lucha, con una presentación novedosa que implementa mejoras notables con relación a la saga de Street Fighter II, especialmente los gráficos en 2D de los nuevos escenarios y los diseños de los personajes, los cambios en la mecánica de lucha que amplían el sistema de Super Combo de Super Street Fighter II Turbo y unos cuantos personajes diferentes que se suman al reparto junto a rostros conocidos, además de contar con una estupenda banda sonora que mezcla algunos de los temas clásicos de los personajes. 

Cronológicamente la historia se sitúa entre el primer Street Fighter y el Street Fighter II y, por lo tanto, presenta versiones más jóvenes de personajes conocidos como Ryu, Ken y Chun-Li, así como la adición de personajes del original (Adon, Birdie) y otros prestados de Final Fight (Guy, Sodom). Además, se introduce por primera vez a Charlie, Rose y Dan. A causa de una programación apresurada, solo cuenta con una plantilla de 10 personajes seleccionables y tres ocultos que se desbloquean con trucos. Tiene un modo de entrenamiento para entrenar con un personaje seleccionado, un modo versus para dos jugadores y el típico modo arcade en el que se elige a un personaje para luchar contra los peleadores controlados por la CPU a través de varios escenarios aleatorios. Yo elijo a los shotos como Ryu, Ken y Akuma (desbloqueado), con el objetivo de ver el final de cada uno de ellos. Hay dos estilos de juego que se pueden seleccionar después de elegir un personaje; primero el "Normal", que retiene las normas básicas de jugabilidad, y, segundo, el 'Auto', con el que un personaje se puede cubrir automáticamente y puede realizar un Super Combo instantáneo presionando un botón. No todos los personajes tienen sus propios escenarios, pero la atención al detalle me ayuda a olvidarlo por las peculiaridades que muestran.

Aunque en ocho estrellas de dificultad me resulta fácil vencer a los oponentes, la jugabilidad me mantiene pegado del mando porque las revisiones a los ataques especiales y los combos es muy dinámica, además de que sigue intacta la configuración de seis botones de puños y patadas, por lo que me adapto con facilidad por mi experiencia previa. Hay una barra indicadora de tres niveles que se puede llenar con técnicas especiales y permite ejecutar un Super Combo con sombras. Otra mecánica interesante es el Alpha Counter, el cual permite contraatacar al adversario estando bloqueado, y las habilidades de bloquear los ataques en el aire y rodar por el suelo. La versión de PS1 tiene un rendimiento mediano, incluso con el modo turbo activado, pero nada de eso está presente en la de arcade, que corre sin percances ni tiempos de carga. Lejos de estar a la altura de los grandes juegos de Street Fighter, en general encuentro que es un juego de peleas bien divertido. Me hace pasar un rato placentero en cada round.

Desarrolladora: Capcom
Año: 1995
Género: Peleas
Consola: PlayStation
Calificación: 7/10

Análisis breve y opinión de 'Street Fighter Alpha: Warrior's Dreams' para PlayStation, desarrollado y publicado por Capcom. 

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