Análisis de 'Syphon Filter' para PlayStation (PS1)



Syphon Filter es un juego de disparos en tercera persona que fue publicado por 989 Studios exclusivamente para PlayStation por allá en el remoto 1999. En aquel entonces, su estreno tuvo lugar cuando estaban de moda juegos como GoldenEye 007 y la obra maestra de Kojima, Metal Gear Solid. Yo nunca pude jugarlo porque no me llamaba la atención, aunque a veces era observador de algunos amigos que lo jugaban en la consola. Cuentan que su desarrollo comenzó con la intención de crear un nuevo género híbrido de espías que contuviera elementos de sigilo, acción y resolución de acertijos, pero la inexperiencia de los desarrolladores de Eidetic hizo que presentara muchas dificultades hasta el punto en que iba a ser cancelado. Ahora que lo he terminado no me cabe la menor duda de que hubiese sido mejor que lo cancelaran. No es la gran cosa.

A mi parecer tiene un arranque trepidante con su presentación de espionaje, sigilo y acción, pero en el trayecto la mecánica de jugabilidad aparatosa transforma las partidas en una actividad rutinaria que poco a poco me quita el interés y me obliga a caer rendido ante un aburrimiento que casi me hace tirar el control por la ventana con los personajes huecos y los gráficos irregulares. Se trata de uno de los peores juegos que he jugado en la consola legendaria de Sony. Y lo peor de todo es que lo juego por completo para tener una idea global del asunto.


Syphon Filter (PS1)

 
La historia se presenta como una simple trama de espionaje, en una perspectiva de tercera persona, donde asumo el control de Gabriel "Gabe" Logan, un agente especial del gobierno de los Estados Unidos con el que debo detener a un terrorista alemán llamado Rhoemer que intenta desatar un virus letal para acabar con medio país. En cada misión se me asigna una serie de objetivos que tengo que cumplir en orden para poder avanzar, asistido por Lian Xing, la operadora de Gabe que otorga algunas pistas para resolver los acertijos. Pero no hay muchas sorpresas que digamos. La trama es muy previsible desarrollando las acciones de unos personajes de plástico que solo funcionan para rellenar el formulario descripciones de un guion: el espía que salva al mundo de la catástrofe viral.

La manera en que se juega es algo esquemática y convencional, donde la mayor parte del tiempo corro y disparo con distintas armas a los enemigos que me encuentro en el camino mientras cumplo con las tareas que me indican, en unos niveles que me permiten aprovechar el espacio para que Gabe se mueva con libertad al girar la cámara en cualquier dirección. Si completo un objetivo, obtengo un checkpoint que me deja reiniciar el nivel justo en donde muero, algo que de alguna forma facilita el progreso. En la esquina superior de la pantalla hay una barra de salud que refleja el daño que recibo de los enemigos sin penetrar el chaleco antibalas, y el medidor de peligro me alerta los estados en que se encuentra el protagonista, así como el radar de la parte inferior que muestra la ubicación de los enemigos cercanos. Además ofrece un amplio repertorio de armas que se activa con un código secreto e incluye ametralladoras, pistolas, escopetas, granadas y rifles. La mira automática facilita el combate cuando etiqueto a los enemigos antes de matarlos, o hasta el modo de primera persona para ayudar a apuntar. Pero los controles, por así decirlo, me resultan bastante rígidos cuando cambio las armas manualmente (es tedioso cambiarlas en medio del combate) o al correr hacia los lados sin que se pueda rotar rápidamente la cámara con la palanca análoga. 

Encima de todo, como no puedo seleccionar un nivel de dificultad específico, en ocasiones el juego se pone difícil por la escasez de munición y los múltiples enemigos con armadura que aparecen por todas partes, obligándome a modificar la estrategia ahorrando munición y a dispararles en la cabeza, a pesar de que dichos enemigos no suponen para mí ningún reto serio. Todas las misiones se limitan a la táctica de la infiltración y los enfrentamientos en campo abierto por el metro, exposiciones de museo, bases militares, instalaciones secretas en Kazajistán y hasta las calles desoladas de Washington DC, con el fin de eliminar a los enemigos usando todo tipo de armas letales. El sigilo se ejecuta de una manera muy básica, en la que solo debo atacar silenciosamente con pistolas de silenciador sin ser detectado, cosa que ocurre, primero, en la misión del museo, y luego en las catacumbas. El resto se desenvuelve a tiro limpio.


Syphon Filter


Llega un punto donde me canso de andar corriendo, apuntando, desactivando bombas y disparando a los enemigos que andan en los techos o detrás de las paredes. Los combates con los jefes acartonados son un chiste de mal gusto que no dura nada. Los rompecabezas se limitan a recolectar objetos y a presionar paneles de control para que Logan abra las puertas cerradas o active los ascensores, nada fuera de lo ordinario. Y el mapa no se visualiza mientras juego, por lo que debo pausarlo para poder acceder a él a través del menú de opciones. A lo largo de las 20 misiones, muchos de los objetivos se repiten cuando cambian de locación y me ponen a dar vueltas como un tonto en los niveles que tienen un diseño inconexo y laberíntico que logra que me pierda incluso mirando la posición en el mapa, como si se tratara de una decisión de los desarrolladores para extender el juego innecesariamente. Incluso hay algunas en las que las atmósferas de poca iluminación me obligan a utilizar la linterna en la oscuridad sin posibilidad alguna de acompañarla con un arma.

El apartado gráfico, para ser de 32 bits, posee buenas texturas detallando los escenarios en 3D de cada nivel y el diseño en el juego de los personajes, pero me horripila lo que veo en los modelos de unos personajes poligonales que en las cinemáticas parecen figuras de LEGO, cuadradas, con cuerpos y rostros irremediablemente deformes, como si el equipo de gente detrás de la producción, por cuestiones de presupuesto, no le pusiera muchas ganas al diseño físico de cada uno de ellos. A veces la tasa de fotogramas es un poco infrecuente. Puedo citar juegos de sigilo del mismo período que emplean gráficas muy, pero muy superiores a esta.


Syphon Filter

 
Por otro lado, los componentes sonoros son correctos cuando describen los sonidos de los disparos y de las explosiones, al igual que la música que suena de fondo en los escenarios con una selección de tecno algo repetitiva. Quizá lo más deprimente de ese aparato sonoro es el doblaje, el cual es bastante soso y por momentos da la impresión de que las voces de ciertos personajes suenan como si estuvieran leyendo un libreto a toda prisa en el estudio de grabación para cobrar el cheque. Gabe habla tan rápido con la voz de fumador, que no se entiende nada de lo que dice. Es un trabajo de doblaje que lleva el sello de la mediocridad.

Lo que más me asombra, supongo, es que un juego tan decepcionante y ridículo como este puede gozar de semejante aclamación de parte de la crítica y del público retro gamer, aunque quizá he jugado otra cosa y estoy equivocado. Su valor de repetición es nulo. Su protagonista, carente de matices para cumplir con el estereotipo del agente duro, tiene una personalidad demasiado seria y es simplemente olvidable. Como juego de acción y de espionaje no deja de parecerme un pastiche muy insulso de Metal Gear Solid, uno que es tan vacío como una pistola descargada.


Desarrolladora: Eidetic (ahora Bend Studio)
Distribuidor: 989 Studios
Año: 1999
Género: sigilo, acción-aventura
Consola: PlayStation 
Calificación: 3/10


Análisis breve y opinión de 'Syphon Filter' para PlayStation, desarrollado por Eidetic y publicado por 989 Studios. 

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