Análisis de 'Bayonetta' para PlayStation 3 (PS3)




Bayonetta es un videojuego de acción y aventuras y hack and slash desarrollado por PlatinumGames y publicado por Sega en 2009 originalmente para las consolas de PlayStation 3 y de Xbox 360. Su director es Hideki Kamiya, conocido por desarrollar para Capcom el fabuloso Devil May Cry, la primera entrega del rebelde cazador demonios conocido como Dante, además de dirigir para el estudio Clover el primer episodio del cinéfilo superhéroe Viewtiful Joe. Tras la fundación de la desarrolladora PlatinumGames en 2006, Kamiya lo desarrolló tras llegar a un acuerdo con la compañía de Sega, la cual se comprometía a publicar cuatro juegos desarrollados por ellos. Es, por lo tanto, uno de los títulos iniciales de PlatinumGames y uno de los más apreciados por los fanáticos de los juegos de la empresa. Desde su lanzamiento ha recibido una aclamación universal de parte de las publicaciones más prestigiosas sobre videojuegos y también un impacto considerable en la cultura del cosplay (no es raro encontrarse alguna chica disfrazada de Bayonetta en alguna convención de anime y videojuegos). Quizá por esa influencia es que tras tantos años decido abandonar la capa del prejuicio para probar el juego.

A decir verdad, tras terminarlo por completo está más allá de mi compresión los elogios que ha recibido hasta el paroxismo una bazofia como Bayonetta, en manos de publicaciones de videojuegos de dudosa reputación que solo han conseguido que mi fe por el análisis de videojuegos se corte en dos y cuestione seriamente a los millennials que escriben ahí. Según me dicen, algunos lo hallan "innovador" y muy "divertido". Quizá he jugado otra cosa y me equivoco, porque a mi parecer es uno de los peores juegos hack and slash que he jugado en la PS3. Es casi un sacrilegio que alguien diga que es un juego innovador, sobre todo cuando a simple vista parece un pastiche agónico, insulso, repetitivo y bastante rancio de Devil May Cry, uno que suplanta a los demonios por los ángeles y las brujas y le añade un poco de sensualidad a las peleas exageradas, como si se tratara de la idea de un juego que Kamiya tuvo en una de sus visitas al prostíbulo más cercano. Lo único que consigo al jugarlo es esa sensación de recibir un tacazo en la cabeza, durante casi 14 horas que avanzan a tropezones con los combates rutinarios que no ofrecen nada sorprendente con la repetición de enemigos y la historia tonta de una bruja centenaria que para luchar usualmente tiene que desnudarse para que el chiste sobre la cosificación y sexualización de la mujer sea más superficial de la cuenta.


Bayonetta (PS3)


La historia de este patético juego se ambienta en Vigrid, una cuidad ficticia de Europa que recorre la protagonista llamada Bayonetta. Bayonetta (voz de Hellena Taylor) es una bruja de patas largas, cabello negro, con acento británico y lentes de secretaria que debajo del atuendo ajustado de piel negro y los tacones tiene una amnesia que le impide recordar su pasado, incluso a pesar de haber sido descubierta por un tal Enzo hace veinte años en el fondo de un lago. Ella es una portadora de el Ojo Izquierdo, un extraña gema mágica de color rojo. La razón por la que ella viaja a esa ciudad repleta de monstruos angelicales, es para buscar respuestas sobre las interrogantes de su existencia pasada como portadora del Ojo Izquierdo y encontrar a la portadora de la otra mitad conocida como el Ojo Derecho. Mientras busca el ojo derecho, ocasionalmente Bayonetta tiene flashbacks que le hacen recordar lo que sucedió y, de ese modo, se da cuenta de que hace 500 años hubo dos facciones que luchaban eternamente para preservar el equilibrio entre la oscuridad y la luz que habita en el mundo: las Brujas de Umbra, una secta compuesta por mujeres que custodian la oscuridad con su inmenso poder, y sus antagonistas, los Sabios de Lumen, los señores que custodian la luz. Las facciones compartían dos tesoros distintos, los 'Ojos del mundo' (llamados por separado el 'Ojo izquierdo' y el 'Ojo derecho'), que usaban para controlar el paso del tiempo. Ella pertenecía a la hermandad de brujas.


Bayonetta. Fotograma de PlatinumGames.


A lo largo del viaje para recuperar la memoria, Bayonetta se encuentra a diversos personajes que la asisten en el camino, como Luka, el periodista mujeriego que investiga fenómenos sobrenaturales y la muerte de su padre; Rodin, el dueño de un bar llamado Gates of Hell, en el que se venden diversos objetos; y Cereza, una niña inocente que se ha perdido y que la llama "mami" al confundirla con su madre. También es usual que se enfrente a su rival y antigua compañera Bruja Umbra, Jeanne. Pero el escaso desarrollo de los personajes se mantiene en la superficie y sigue al pie de la letra las convenciones del género, en la que rellenan una descripción baladí para que la motivación intrínseca de la protagonista (recobrar la memoria) tenga coherencia y pueda motorizar el argumento del villano que en secreto la está esperando para conquistar el mundo, además de que los diálogos que recitan tienen poca sustancia y la trama en muchas ocasiones se siente inconexa, sobreexplicativa y aburrida. De esa manera, al poco rato me dejan de importar las revelaciones argumentales, como el hecho de que durante la batalla reiterativa con Jeanne en la cima de una torre se revela que Bayonetta era una niña llamada Cereza (la misma que la acompaña), nacida de la unión prohibida entre una Bruja de Umbra y un Sabio de Lumen y que, hace 500 años, fue sellada por Jeanne para proteger la gema del Ojo Izquierdo.
 

Bayonetta



Al igual que en Devil May Cry, el argumento de Bayonetta gira en torno a un conflicto familiar, pero en esta ocasión la interpretación se profundiza a través de temas como la relación paternofilial, la crisis de identidad producida por el trauma del pasado y la liberación femenina del dominio patriarcal. Esto es visible cuando Bayonetta se encuentra cara a cara con Balder, el patriarca de los Sabios de Lumen que planea controlarlo todo utilizando los Ojos del Mundo para resucitar a Jubileus, una especie de dios que ha creado los universos. El largo coloquio típico de un villano de cabecera, no solo muestra al final que el sabio Balder es de hecho el padre de Bayonetta sino que, además, ha evocado la ilusión de la pequeña Cereza y ha manipulado a Jeanne como parte de un plan para que Bayonetta recupere los recuerdos con el único fin de que ella active el preciado Ojo Izquierdo que le sirve para reanimar a Jubileus. En el fondo es la simple historia de una mujer que conquista sus temores internos y rompe las cadenas impuestas por la autoridad paternal que la oprime. Pero, desafortunadamente, Bayonetta, Cereza, o lo que sea, es una protagonista unidimensional y no tiene carisma alguno, tan seca como una lápida bajo el sol.




Lejos de la trama superficial de la heroína frívola y abiertamente sensual, la jugabilidad de Bayonetta no presenta nada fuera de lo ordinario cuando se ejecuta con los mecanismos comunes de la acción y hack and slash en tercera persona para un solo jugador, en la que controlo a un personaje poderosísimo que puede ejecutar combos con ataques ligeros y fuertes, saltar dos veces en el aire para alcanzar una altura adicional, esquivar y contraatacar en combates cuerpo a cuerpo contra unos enemigos que se repiten hasta el infinito. Lo de siempre. Bayonetta es una bruja que tiene a su disposición varias armas de fuego, como dos pistolas atadas a sus pies, dos pistolas en sus manos, látigos, garras y espadas de samurái, además de que se puede transformar en pantera y murciélago y puede realizar ataques mágicos con su cabello al invocar demonios para despachar a sus enemigos. Si mi combo rellena una barra mágica, al instante Bayonetta acaba al enemigo con "Ataques de tortura", invocando sarcófagos, guillotinas y hasta motosierras. También posee la habilidad "Witch Time", la cual se activa al esquivar un ataque del enemigo en el momento oportuno y ralentiza el tiempo con una cámara lenta que afecta a los enemigos cercanos, dando a Bayonetta la posibilidad de infligir una cantidad masiva de daño aprovechando la lentitud de los enemigos. 

Adicionalmente, visitando el bar Puertas del Infierno, tengo la opción de comprar técnicas nuevas y artículos para mejorar la salud y la defensa. Cada misión tiene un prólogo que inicia con una cinemática al estilo de Viewtiful Joe y un menú con el que se puede cambiar la dificultad inicial ("Muy fácil", "Fácil", "Normal"), así como modalidades que ofrecen guiños a los géneros de carreras y matamarcianos de Sega como Space Harrier y Hang-On. Yo elijo el modo normal, pensando con ingenuidad que voy a esperar alguna sorpresa.


Bayonetta. Imagen promocional de PlatinumGames.


Pero no encuentro ninguna otra cosa que un sistema de combate muy fatigoso que me quita todas las ganas de seguir jugando y que, un par de veces, me invita a tirar el control a la televisión para desahogarme del reciclaje estúpido de ángeles y de jefes presentados en formato bíblico que durante 16 episodios no suponen ningún reto serio o disfrutable cuando solo debo presionar los mismos botones para desplegar combos y acabar con ellos. Es tan aburrido como la misa de los domingos por la tarde. Los controles son bastante rígidos a la hora de combinar botones, además de que no se pueden configurar porque tienen un esquema predeterminado. Algunos combos ni siquiera son necesarios y terminan sobrando. Es cierto que muchos enemigos sueltan objetos y halos dorados cuando se destruyen, con los que puedo comprar ítems secretos, técnicas y mejoras de armas. Pero los precios de la tienda son demasiado elevados y los enemigos que liquido en el camino, al menos en la dificultad normal, desprenden muy pocas recompensas, por lo que debo trabajar el doble para obtener dinero suficiente y comprar los ítems que me salven el pellejo durante el avance de las misiones. La escasez de accesorios se prolonga hasta para combinar elementos.




Como consecuencia, se reduce la puntuación por desempeño de un capítulo específico dependiendo la cantidad de ítems que utilizo. De nada sirve comprar paletas verdes en la tienda para incrementar la barra de salud, o reponer la magia y aumentar la fuerza y la defensa comprando las paletas amarillas, purpuras y rojas. Para empezar, Bayonetta casi no aguanta y pierde salud de inmediato con solo recibir el daño causado de forma desproporcionada por ciertos enemigos, a pesar de que los combos que ejecuta eliminan a los enemigos brutalmente. Los movimientos tienen ciertas limitaciones cuando ella hace volteretas para evadir a los enemigos, y sus ataques no se pueden cancelar y tienen una caja de golpe bastante pequeña en comparación con la de los enemigos y jefes. Los rompecabezas son bastante planos y se limitan solamente a destruir puertas, atravesar paredes, caminar por techos y detener el tiempo con relojes de arena. La cámara presenta problemas de rotación y muchas veces ni siquiera invirtiendo los ejes o cambiando la sensibilidad impide que uno se confunda de dirección. También me parece una completa pérdida de tiempo los bobalicones minijuegos de disparos que hay al final de cada episodio. Todos esos factores solo contribuyen a restarle valor de repetición y a que sea menos disfrutable.

Quizá lo único rescatable es el apartado gráfico que consigue texturas bastante sólidas y detalladas en los escenarios de arquitectura europea y el diseño extravagante de personajes como Luka, Balder y Jeanne (el de Bayonetta es demasiado genérico), además de mantener una buena velocidad de fotogramas por segundo que no decrece ni siquiera con el nivel repleto de objetos. Solo la colorización de filtro sepia entorpece el dinamismo del estilo visual, pero ya es un problema característico de la consola PS3. Todo lo otro, incluyendo los clichés de acción de las peleas con jefes repetidas y la música pop insufrible, hacen de este juego un producto olvidable y poco seductor de PlatinumGames. Una vez que asumo el control de la bruja insípida para derrotar al sectario megalómano con acrobacias mareantes, en la que ni siquiera sé qué coño sucede en pantalla, la emoción se disipa hasta que me dejan de importar sus bailes en barra o sus rituales semidesnudos al servicio del aquelarre sexista.


Desarrolladora: Platinum Games
Distribuidor: Sega
Año: 2009
Género: Hack and slash
Consola: PlayStation 3 (PS3)
Calificación: 4/10

Análisis de 'Bayonetta' para PS3, desarrollado por Platinum Games y publicado por Sega. 

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