Metal Slug: Super Vehicle-001 es el primer juego lanzado en Neo Geo de la popular franquicia de run and gun de SNK y, además, es uno bastante entretenido de jugar.
Según me cuenta el desarrollo de Metal Slug estuvo compuesto por la mayoría de los diseñadores que trabajaron en varios proyectos en Irem y posteriormente formaron Nazca Corporation. Kawai y Takashi Nishiyama eran los encargados de dirigir y producir el juego. Previamente su equipo había desarrollado juegos run and gun como In the Hunt y GunForce II, por lo que tenían la intención de mejorar las mecánicas prestablecidas mientras mantenían la misma estética, específicamente para presentarlo como un juego de disparos de desplazamiento lateral simple y a la vez emocionante, con unos controles que cualquiera pudiera dominar con facilidad, además de un aspecto visual cercano al anime. Fue mostrado por primera vez en una versión beta durante una prueba de ubicación en Osaka, y más tarde luego se mostró a los asistentes en el Amusement Machine Show de 1995, pero una recepción algo tibia hizo que se revisaran algunas cosas a petición de SNK, entre las cuales se encontraban la extensión de la duración y la incorporación de más elementos de plataforma en su diseño. Su lanzamiento en las máquinas recreativas tuvo una buena acogida de parte de los jugadores y los críticos, quienes se mostraron entusiasmados por la simpleza de su jugabilidad, el sentido de humor, los gráficos bastante fluidos en 2D y la acción trepidante que sacaba provecho al popular subgénero de disparos. Y fue seguido por varias secuelas, remakes y spin-offs que se distribuyeron en varias consolas.
Habiéndolo jugado por primera vez, a 24 años de su lanzamiento en los circuitos de arcade, no me cabe la menor duda de que se trata de un juego run and gun bastante entretenido que en el núcleo de su simplicidad jamás pierde el factor de diversión y consigue que el acto de presionar un botón me saque una sonrisa de satisfacción. Lo he jugado en un puerto de compilación que fue lanzado para la consola PlayStation Portable (PSP) partiendo de la versión original de Neo Geo, tras mis intentos fallidos de rastrear una versión japonesa de PS1 que no figura ni siquiera en CD Romance (luego la pude conseguir). Y a pesar de lo escasa duración que tiene (se puede terminar en una hora), de inmediato me veo contagiado por su jugabilidad adictiva en la que solo tengo que correr y disparar a los enemigos que aparecen de todas partes con un soldado rubio que es prácticamente un ejército de un solo hombre, en solo seis misiones que avanzan a un ritmo estupendo y que están dibujadas con pixeles bastante preciosos que se destacan, principalmente, por una gran atención al detalle de los escenarios y la fluidez de los movimientos de unos personajes que tienen una apariencia chibi muy caricaturesca.
La historia del juego (de un solo jugador) se ambienta en un futuro lejano donde hay dos grupos militares que están en guerra. El primero es una milicia que tiene la acometida de mantener la paz y combatir a los terroristas rebeldes. El segundo es un ejército de corte fascista y totalitario que lucha para transformar el gobierno mundial en uno controlado solo por militares bajo las órdenes del General Morden. En medio de la contienda, aparece el protagonista que responde al nombre de Marco Rossi, un teniente de la fuerza especial armada de PF (Halcón Peregrino en español o Peregrine Falcon en inglés) que junto con su compañero Tarma Roving encabeza la primera línea de ataque como líder de la resistencia en contra de la armada de Morden que cuenta con un número superior de tropas, tanques y armas, en una operación especial en la que atraviesa diferentes bases enemigas y monta un Metal Slug, un tanque de guerra de última generación cuyo diseño anteriormente fue robado por los hombres de Morden para ser producido masivamente con el fin de perpetrar un ataque sorpresa. Cargando distintas armas sobre sus hombros, Rossi se infiltra en las bases del territorio enemigo y mata a un centenar de soldados. El objetivo de su misión: recapturar los vehículos robados y usarlos contra la oposición. Tras una larga beligerancia, Rossi pone fin a la batalla derrotando al General Morden en su helicóptero personal y restaura la paz momentáneamente.
En términos generales, la jugabilidad de Metal Slug no es muy diferente a otros juegos similares del género como la mítica franquicia de Contra. Se puede jugar de uno o dos jugadores simultáneos. Y básicamente, posee un esquema de control sencillo con el que mi personaje puede correr, disparar, agacharse, saltar y, ocasionalmente, acuchillar a los enemigos en combate cuerpo a cuerpo. Para avanzar en cada misión con Rossi, debo estar disparando constantemente a un flujo continuo de enemigos que salen por las cuatro esquinas disparándome con bazucas, granadas, lanzacohetes y desde aviones y tanques de guerra, pero evitando el contacto de cerca con los enemigos porque muere instantáneamente si recibe el mínimo daño y, como consecuencia, pierde vidas que pueden llevarme fácilmente al fin de la partida, haciendo que piense calculadamente la estrategia de ataque porque hay una cantidad limitada de créditos para continuar (solo me dan cuatro créditos para completar los seis niveles).
De igual forma Rossi pierde vidas si cae al vacío o choca contra obstáculos sólidos en el escenario. Lo bueno es que el combate es adictivo, no es tan difícil ni siquiera en las dificultades más altas y hay muchas opciones para evitar la muerte en manos del fuego del enemigo. Entre las armas que puede usar Rossi se encuentran la pistola (con munición infinita), la ametralladora pesada, el lanzacohetes, la escopeta, el lanzallamas y, a menudo, los pesados tanques de guerra SV-001 en los que una vez montado puedo causar gran daño a todos los enemigos que me rodean porque su cañón dispara balas en todas las direcciones con una potencia ofensiva.
Algunas de esas armas mejoradas se pueden encontrar tiradas en el camino en forma de placas identificadas con la inicial del arma específica y, usualmente, cuando rescato a prisioneros de guerra que me las regalan aleatoriamente a modo de recompensa por salvarles el pellejo al liberarlos. También en varios puntos de los niveles hay cajas de comida que me otorgan puntuación y vidas extras, así como partes ocultas que se pueden destruir y, esporádicamente, ítems adicionales o potenciadores secretos de armas. Cerca del final de cada nivel hay un jefe final que suele ser considerablemente más grandes que las tropas normales y que, una vez derrotado, accedo a una pantalla de bonificación basada en el número de prisioneros de guerra liberados durante la misión completada (si muero durante la misión, el conteo de prisioneros rescatados se reinicia desde cero).
Además de la jugabilidad contagiosa que sigo con mucho entusiasmo durante una hora bien entretenida, el apartado técnico del juego es bastante acertado cuando se ejecuta en la compilatoria de PSP con los jocosos efectos sonido y los gráficas de 32 bits del port original de Neo Geo MVS. La banda sonora tiene un rico valor percutivo que satisface mis oídos con esas composiciones militares arregladas para ampliar el lado tenso de los momentos de mayor acción, así como el efectismo sonoro que captura con precisión las ráfagas de los disparos, los estallidos de las granadas, los ruidos del daño colateral, los edificios destruidos, la artillería pesada, las bombas que caen de los aviones, las hélices de los helicópteros, las ruedas de los vehículos acorazados de transporte. Se nota el compromiso de los desarrolladores en el departamento de sonido. Pero también en el cuidado visual. Los gráficos en 2D de desplazamiento lateral me resultan vistosos cuando generan esos sprites detallados de los diseños de los soldados y los escenarios inspirados notoriamente en las operaciones bélicas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial que tienen una exquisita paleta de colores, distribuidos con mucha pluralidad en los seis niveles principales a través de los bosques, las ciudades devastadas, las bases militares, los valles montañosos, los vehículos blindados. Todo el caos es muy colorido. Además, el pixelado de los personajes otorga un semblante caricaturesco que personalmente encuentro muy sugestivo por la rapidez de los movimientos y por los rasgos físicos constituidos de una cabeza grande y un cuerpo chiquito para fines cómicos. El único inconveniente es la lentitud ocasionada por la baja tasa de fotogramas cuando, en ciertos tramos, el nivel se llena de objetos, explosiones y enemigos que dificultan el procesamiento de la emulación, aunque es algo que dura poco tiempo y era común en juegos parecidos de la poderosa Neo Geo.
Me atrevo a decir que Metal Slug es un juego de la corriente run and gun que medianamente se separa del resto de los juegos de artilugio similar por la animación distinguida de su arte de pixel y por esa jugabilidad fantástica que de vez en cuando me saca una risotada con la comicidad que parodia este tipo de género cuando el protagonista corre y dispara para sorprender a los enemigos tomando baños al sol, asando comida en una fogata, conversando con otros soldados o gritando como locos al contraatacar. Mi única queja es la corta duración, pese a ser tan divertido. Cuenta con una duración aproximada de 57 minutos, aunque esto bien puede cambiar al elegir un grado de dificultad determinado que altere la velocidad y la resistencia de los enemigos, algo que de alguna forma prolonga la conflagración. Cuando lo termino y veo los créditos finales, me quedo con esa sensación de buscar más juegos de la saga para seguir divirtiéndome, pero esa ya es una tarea pendiente que la dejo para otro día.
Desarrolladora: SNK
Distribuidor: SNK
Año: 1996
Género: Run and gun, plataformas
Consola: PlayStation Portable (PSP)
Calificación: 7/10
Año: 1996
Género: Run and gun, plataformas
Consola: PlayStation Portable (PSP)
Calificación: 7/10
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