Análisis de Mario Kart DS para Nintendo DS (NDS)

Mario Kart DS es la quinta entrega de Nintendo sobre las carreras alocadas de la cuadrilla de Super Mario y sus amigos.


Mario Kart DS para Nintendo DS Lite



El 11 de mayo de 2004, en una conferencia, Nintendo anunciaba que planeaba lanzar un nuevo juego de Mario Kart para la consola portátil de Nintendo DS, revelando videos conceptuales del mismo. En ese entonces era el quinto juego en desarrollo tras Super Mario Kart, Mario Kart 64, Mario Kart: Super Circuit y Mario Kart: Double Dash. Su productor, Hideki Konno, introdujo algunas innovaciones significativas que lo colocaban en la delantera con relación a los antecesores, como una velocidad constante de 60 fotogramas por segundo, personajes y entornos completamente renderizados en 3D, la incorporación de los componentes que aprovechan la pantalla táctil inferior del dispositivo y la posibilidad, por primera vez, de que un juego de Mario Kart sea compatible con el multijugador en línea que en ese entonces estaba en pañales. "Todos se conectarán en línea, y la tecnología y el momento son adecuados para que eso suceda", dijo Konno en una entrevista. Esto hizo que se convirtiera en el primer Mario Kart que admite hasta ocho jugadores al mismo tiempo, así como uno de los que inaugura la facultad de seleccionar pistas retro de juegos anteriores de Mario Kart de SNES, GBA y N64. Una versión de prueba fue presentada por primera vez en la Game Developers Conference, y luego fue lanzado mundialmente en 2005.

Yo, desafortunadamente, no pude ponerle las manos al juego cuando se estrenó en aquel tiempo, pero aprovechando la adquisición de una Nintendo DS, en estos días he completado todos los circuitos hasta los 150cc y no tengo muchas quejas sobre lo que me muestra. Es un juego de carreras que mantiene a todo gas el factor de diversión de las predecesoras de la saga, con el amplio collage de personajes entrañables de Mario con los que he crecido, la gran variedad de carros y una cantidad considerable de pistas nuevas de las ubicaciones del universo de Mario, que, además, incorporan algunas carreteras retro que funcionan como cuota de añoranza para recordarlas durante la competencia. Aunque a veces no ofrece nada más allá de la corta duración que te obliga a repetir las mismas pistas con una dificultad superior, como quinta entrega la recibo con los brazos abiertos con los cambios que incorpora junto a los gráficos que lucen bastante encantadores en las dos pantallas de la consola portátil.





En términos generales, la jugabilidad es similar a la de los otros juegos de Mario Kart. Presenta varios modos de carrera en los que se puede escoger a uno de varios de los personajes de la serie para que este compita con los demás oponentes conduciendo un go kart en pistas que están localizadas en los mundos icónicos de la cosmogonía de Super Mario. En un principio los personajes accesibles son Mario, Luigi, Peach, Toad, Yoshi, Donkey Kong, Wario y Bowser, pero adicionalmente al completar algunos circuitos en una modalidad específica se desbloquean otros como Daisy, Dry Bones, Waluigi y ROBse. Cada uno de ellos cuenta inicialmente dos vehículos disponibles para elegir, y todos tienen estadísticas desemejantes por cada clase que fácilmente pueden alterar el curso de la carrera a través del carro seleccionado. Las modificaciones de motor que señalan los estados de cada kart es vital para el desempeño sobre la pista. Pero a medida que corro en las carreras hasta terminar todas las copas de 50, 100 y 150cc con rango B o superior, también se desbloquean coches adicionales por cada personaje, llegando a un límite de siete carros inalienables por cada uno de ellos, todos con características distintas en sus motores. Por borrachera nostálgica elijo un conjunto rotativo conformado por Mario, Wario y Yoshi. Las clases sirven como niveles de dificultad: cuanto mayor sea la clase de motor, más rápido irán todos los karts.





El juego tiene dos modos de juego con unas cuantas submodalidades para dar inicio a las carreras. El primero es el modo de un jugador que tiene las opciones de Grand Prix, Time Trial, Versus, Battle y Mission. Gran Premio es la modalidad más conocida y la más extensa, en la que el personaje que controlo compite en su carro contra siete conductores controlados por la computadora en circuitos predeterminados que se constituyen de tres a cinco vueltas para tocar la meta, realizando acciones de conducción que son necesarias para la marcha, como acelerar, frenar, deslizarse y saltar, además de adquirir las cajas de la sorpresa que sueltan objetos al azar que sirven para hacer trampa acelerando el coche con un impulso de turbo y, también, atacar para reducir la velocidad del oponente lanzándoles caparazones, tomando ventaja sobre el piloto que va adelante o por detrás. Como aditivo, hay dos elementos nuevos. Uno es el Bullet Bill, que transforma el carro en una bala gigante. El otro es el Blooper, que arroja un chorro de tinta sobre la pantalla de todos los pilotos que estén por delante para bloquear su visión temporalmente. Todos los elementos nuevos añaden, a mi parecer, un ingrediente de gozo que lo hace imprevisible, como sucede en los juegos anteriores.







Pero la diferencia fundamental radica en que, ahora, tiene unas cuantas mejoras en su taller de mecánica. Para empezar la acción de la carrera se visualiza en tiempo real en la segunda pantalla de la consola, y se puede resaltar ciertas funciones con el lápiz óptico. Tiene ocho copas primordiales (cada una con cuatro circuitos) que son Mushroom, Flower, Star, Special, Shell Banana, Leaf y Lighting; además de cuatro copas complementarias que están compuestas por las pistas retro de las entregas anteriores. Tiene la suma cuantiosa de 32 pistas en total. En cada carrera se acumulan puntos basados en la posición y los tiempos registrados. El acumulativo se refleja al consumar la copa, donde solo las tres posiciones que reúnen las mayores puntuaciones finales reciben un trofeo basado en su eficiencia, que varían desde E y A, hasta una y dos estrellas. Además, tras acabar todas las copas se desbloquea el famoso modo Espejo, en el que los karts usan motores de 150cc y las pistas se invierten.

Los demás modos de juego tienen menor repercusión que el modo Gran Premio, pero me parece importante mencionarlos. En el modo Contrarreloj, el personaje que controlo debe terminar un recorrido determinado lo más rápido posible usando hongos de rapidez, dependiendo del kart que conduzca, para establecer un récord. El modo VS consiste en una competición de carreras entre uno o varios contrincantes controlados por la computadora o los jugadores de multijugador local, y puede ser jugado individualmente o en agrupaciones separadas, además de que permite modificar el número de carreras y el sistema de puntuación. Lo mismo pasa en el modo Batalla, en el que uno o varios bandos se enfrentan en competiciones llamadas Balloon Battle y Shine Runners. En Batalla de globos, el personaje que controlo inicia con un globo (se pueden volver a inflar hasta cuatro veces soplando el micrófono o presionando el botón select) y debe reventar los globos de los adversarios atacándolos, así como robarlos para impulsar otros karts. En Corredores de brillo la misión principal es recolectar Shine Sprites atacando a otros automovilistas para quitárselos (los que terminan con menor cuantía son eliminados). El último es el modo Misión (único en toda la serie), en el que el personaje preseleccionado que controlo, a lo largo de siete niveles con ocho misiones respectivamente, debe finalizar misiones con objetivos diferentes a cambio de recibir como recompensa una calificación de estrellas o de letras.






La parte más desafortunada, supongo, es que como lo he jugado tan tarde no pude probar la experiencia del multijugador en línea. Nintendo cerró los servidores el 20 de mayo de 2014, por lo que ya no es posible jugar online mediante la opción de Conexión Wi-Fi. Pero tengo entendido de que cuando estaba accesible, los jugadores podían competir entre sí en carreras de equipos o individuales utilizando la función DS Download Play para consolas sin cartucho o una conexión LAN inalámbrica de varias tarjetas. Solo tiene abiertos los modos de carrera de Batalla y VS, conservando los mismos objetivos que las modalidades offline.

Hoy en día el apartado gráfico quizá no gane premios, pero me resulta vistoso cuando ilustra el aspecto caricaturesco de la estética de Mario Kart, manteniendo una tasa fija de 60 fotogramas por segundo sin que nunca presente una caída significativa de cuadros. Durante las carreras, la pantalla superior exhibe al personaje que controlo, mientras que la pantalla táctil inferior ostenta la clasificación y el progreso de la carreras a través del mapa. Sacando ventaja del poder de procesamiento de la DS, el motor implementado integra gráficos en 3D con una cámara en tercera persona que, en las dos pantallas, captura de lejos a los modelos de los personajes subidos en una heterogeneidad de karts y los típicos escenarios coloridos de los mundos de Super Mario, que están rediseñados como pistas de carrera que incluyen, en cierta medida, un paseo por la mansión embrujada de Luigi, el jardín de la princesa Peach, le reloj Tic Tac, el castillo de lava de Bowser, el estadio de Wario, el circuito de Mario y la senda del Arco Iris. Se nota el compromiso de los desarrolladores de Konno para que el engranaje visual se mantenga engrasado con las tuercas de las entregas anteriores.





Del departamento sonoro destaco la potencia acústica de los efectos sonoros y los ruidos de los ataques, los choques, los motores, los saltos, los ataques, los movimientos, las explosiones, que complementan las carreras. El trabajo de doblaje en inglés es un tanto aceptable, pero las voces de los personajes suenan de una manera histriónica que me produce mucha risa cuando escucho que sintetizan con cierta propiedad la voz de las sensaciones de cada uno en los momentos en que sobrepasan a algún otro corredor desde la lejanía de los karts durante las carreras, destacándose Charles Martinet (Mario, Luigi, Wario y Waluigi), Jen Taylor (Princess Peach y Toad), Kazumi Totaka (Yoshi), Takashi Nagasako (Donkey Kong) y Scott Burns (Bowser). Por otro lado, la banda sonora está compuesta por el compositor de Mario Kart: Double Dash, Shinobu Tanaka. Tanaka se encarga de arreglar temas que son enteramente nuevos para las pistas principales, pero lo que verdaderamente me cautiva es la nostalgia que desprende al colocar, con un tono melódico inolvidable, la amplia selección de versiones remezcladas de la música original de los otros juegos de Mario Kart para las pistas de la copa retro. Pocas veces falla al transmitir el tono y el ambiente de divertimiento de la obra con el efectismo de las mezclas de esos fragmentos musicales.





Desde luego, no considero que el juego sea uno de los mejores de la popular franquicia de carritos de Mario, pero de igual forma me parece muy entretenido cuando acelera mezclando todas las mecánicas de jugabilidad de los antecesoras mientras agrega otras mejoras que caen como aro en goma. Es uno de los imperdibles del catálogo de la Nintendo DS, además de contar con esa cosa tan imprescindible llamada valor de repetición. Sus pistas de carreras, así como las cuantiosas variantes de los carros, hace que lo disfrute un sinnúmero de veces sin alcanzar la fatiga que me cierra los ojos en las autopistas de la locura y el regodeo por donde pasan los autos locos de Mario y su cuadrilla.


Desarrolladora: Nintendo
Distribuidor: Nintendo
Año: 2005
Género:  Carreras
Consola: Nintendo DS (NDS)
Calificación: 7/10

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