En el siguiente artículo, hablamos del arte de jugar como si fuera 1992, en defensa de los CRT y la reliquia del "borroso" que hace que Mario luzca menos cuadriculado en un televisor de los años 90.

En la era de los videojuegos modernos, con gráficos en 4K y frecuencias de actualización vertiginosas, los televisores de tubo de rayos catódicos (CRT, por sus siglas en inglés) a menudo son vistos como reliquias del pasado. Sin embargo, para los entusiastas de los juegos retro, estos televisores ofrecen una experiencia visual que las pantallas modernas simplemente no pueden replicar.
Pero ¿qué hace que los televisores CRT sean tan especiales cuando se trata de disfrutar juegos clásicos? La respuesta radica en cómo manejan los gráficos de baja resolución y el pixel art.
Los juegos retro, especialmente los desarrollados para consolas como el NES, SNES, Genesis, PS1 y otras de esa época, fueron diseñados con una tecnología gráfica limitada por la resolución y los colores disponibles para las TV análogas de señales NTSC y PAL. Los desarrolladores de entonces trabajaban con pixel art, un estilo que dependía de bloques de píxeles individuales para formar imágenes y personajes. En los televisores CRT, estos gráficos se veían significativamente mejor gracias a varias características inherentes de la tecnología CRT.
Una de las principales razones es cómo las pantallas CRT escanean los píxeles. En lugar de mostrar los píxeles de manera fija y nítida, como lo hacen las pantallas LCD modernas, los CRT utilizan un sistema de exploración lineal que suaviza los bordes de los píxeles. Este efecto, conocido como "blooming", crea transiciones más naturales entre colores y formas. Como resultado, los juegos retro se ven menos cuadriculados y los bordes "irregulares" del pixel art se transforman en una textura más atractiva y uniforme.
Otra característica clave de las pantallas CRT es el entrelazado. Muchos juegos de las décadas de 1980 y 1990 fueron diseñados para aprovechar el entrelazado de los televisores CRT, un proceso que alterna las líneas de píxeles mostradas en cada cuadro. Este método reduce el consumo de ancho de banda mientras mantiene una experiencia visual aceptable.
El arte del pixel y las pantallas CRT
Los juegos retro, especialmente los desarrollados para consolas como el NES, SNES, Genesis, PS1 y otras de esa época, fueron diseñados con una tecnología gráfica limitada por la resolución y los colores disponibles para las TV análogas de señales NTSC y PAL. Los desarrolladores de entonces trabajaban con pixel art, un estilo que dependía de bloques de píxeles individuales para formar imágenes y personajes. En los televisores CRT, estos gráficos se veían significativamente mejor gracias a varias características inherentes de la tecnología CRT.
Una de las principales razones es cómo las pantallas CRT escanean los píxeles. En lugar de mostrar los píxeles de manera fija y nítida, como lo hacen las pantallas LCD modernas, los CRT utilizan un sistema de exploración lineal que suaviza los bordes de los píxeles. Este efecto, conocido como "blooming", crea transiciones más naturales entre colores y formas. Como resultado, los juegos retro se ven menos cuadriculados y los bordes "irregulares" del pixel art se transforman en una textura más atractiva y uniforme.
El entrelazado y la apariencia "borrosa"
Otra característica clave de las pantallas CRT es el entrelazado. Muchos juegos de las décadas de 1980 y 1990 fueron diseñados para aprovechar el entrelazado de los televisores CRT, un proceso que alterna las líneas de píxeles mostradas en cada cuadro. Este método reduce el consumo de ancho de banda mientras mantiene una experiencia visual aceptable.
Aunque el entrelazado podría parecer una limitación, en realidad contribuía a la apariencia "suave" de los gráficos en juegos retro. La "borrosidad" resultante no solo ocultaba defectos menores, sino que también mejoraba la percepción general del movimiento y los detalles.
Por otro lado, las pantallas modernas, como las LCD, LED y OLED, muestran los píxeles de forma precisa y distintiva. Aunque esta nitidez es ideal para los gráficos de alta definición, no siempre favorece a los juegos retro. En una pantalla moderna, los píxeles individuales de los juegos clásicos aparecen como bloques duros y definidos, lo que puede hacer que los gráficos parezcan toscos o poco naturales. Además, los televisores modernos no manejan bien el entrelazado, lo que puede generar parpadeo o problemas visuales al reproducir consolas antiguas directamente.
Aunque existen opciones como escaladores externos y filtros de emulación que intentan replicar la apariencia de un CRT, estos enfoques rara vez logran capturar completamente la autenticidad de la experiencia original. Los filtros pueden agregar "líneas de exploración" o efectos de desenfoque, pero la forma en que un CRT maneja la luz y el color sigue siendo única.
El contraste con las pantallas modernas
Por otro lado, las pantallas modernas, como las LCD, LED y OLED, muestran los píxeles de forma precisa y distintiva. Aunque esta nitidez es ideal para los gráficos de alta definición, no siempre favorece a los juegos retro. En una pantalla moderna, los píxeles individuales de los juegos clásicos aparecen como bloques duros y definidos, lo que puede hacer que los gráficos parezcan toscos o poco naturales. Además, los televisores modernos no manejan bien el entrelazado, lo que puede generar parpadeo o problemas visuales al reproducir consolas antiguas directamente.
Aunque existen opciones como escaladores externos y filtros de emulación que intentan replicar la apariencia de un CRT, estos enfoques rara vez logran capturar completamente la autenticidad de la experiencia original. Los filtros pueden agregar "líneas de exploración" o efectos de desenfoque, pero la forma en que un CRT maneja la luz y el color sigue siendo única.
La experiencia inmersiva
Para muchos jugadores retro, la preferencia por los CRT no se limita solo a los aspectos técnicos. También hay un fuerte componente nostálgico. Los CRT forman parte de los recuerdos de la infancia de innumerables personas, y jugar en uno de estos televisores puede transportar a los jugadores a una época más simple.
Además, los sonidos característicos de los CRT, como el leve zumbido o el chasquido al encenderse, contribuyen a la inmersión.
En los últimos años, los televisores CRT han experimentado un resurgimiento en popularidad entre los coleccionistas y los entusiastas de los juegos retro. La demanda ha aumentado tanto que algunos modelos de alta gama, como los PVM (Professional Video Monitor) utilizados en estudios de televisión, ahora se venden a precios sorprendentemente altos.
El renacimiento del CRT
En los últimos años, los televisores CRT han experimentado un resurgimiento en popularidad entre los coleccionistas y los entusiastas de los juegos retro. La demanda ha aumentado tanto que algunos modelos de alta gama, como los PVM (Professional Video Monitor) utilizados en estudios de televisión, ahora se venden a precios sorprendentemente altos.
Estos televisores ofrecen una calidad de imagen superior y han sido adoptados como el estándar para disfrutar juegos retro en su máxima expresión.
Los televisores CRT no son solo dispositivos antiguos; son una ventana a cómo los juegos retro estaban destinados a ser experimentados. Desde la forma en que suavizan los píxeles hasta cómo manejan el entrelazado, ofrecen una experiencia visual única que las pantallas modernas no pueden replicar completamente.
Conclusión: Tu pantalla 4K nunca entenderá el alma de un CRT
Los televisores CRT no son solo dispositivos antiguos; son una ventana a cómo los juegos retro estaban destinados a ser experimentados. Desde la forma en que suavizan los píxeles hasta cómo manejan el entrelazado, ofrecen una experiencia visual única que las pantallas modernas no pueden replicar completamente.
Si bien la tecnología avanza y los televisores modernos dominan el mercado, para los amantes de los videojuegos clásicos, los CRT seguirán ocupando un lugar especial en sus corazones y salas de juego.
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